Tras la pista de Modiano
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A veces se te oprime el corazón cuando piensas en las cosas que habrían podido ser y que no fueron. En el café de la juventud perdida (2007), Patrick Modiano La librería estaba tan cerca de mi casa que podía ir a pie pero preferí tomar el autobús 89. Al subir confieso que las rodillas me temblaban, había mucho de aventura en esa acción. Sentado entre la gente enmascarada (eran tiempos de pandemia) llegué a sentirme como algún personaje de Modiano, tal vez como el nebuloso Rubirosa. Me bajé en Peris y Valero y caminé hacia la calle San Jacinto de Castañeda. Llegué al número señalado y me sorprendió no ver un letrero con el nombre...