Diamantes negros, de Jimmy Entraigües, o el discreto encanto del ladrón de guante blanco
René Clemont es un ladrón de los que ya no quedan. Es un ladrón de guante blanco, que no es lo mismo que un ladrón de cuello blanco. Este es una persona que comete crímenes no violentos como fraude, corrupción, evasión de impuestos, lavado de dinero, entre otros y suelen ser llevados a cabo por personas que se visten elegantemente pues los delincuentes suelen ser profesionales de negocios o líderes políticos, mientras que los delitos de guante blanco se relacionan con el hurto, el robo, el plagio, la apropiación indebida, la estafa, entre otros, realizados sin violencia o intimidación directa. Un ejemplo podría ser un ladrón que se lleva una pieza de un museo sin que nadie lo note. El sociólogo Edwin Sutherland introdujo el concepto de “crimen de cuello blanco” en 1939 y lo describió como “un delito cometido por un profesional contra una gran corporación, agencia u otra entidad profesional”. Tanto la vida real como la literaria han sido pródigas en este tipo de villanos que muchas vec